domingo, 9 de febrero de 2014

Lágrimas.

Y simplemente lloré.
Por todo lo que no había vivido. Por esos momentos infinitos perdidos. Y por lo perdida que ya me sentía yo.
Por que ahí estaba yo, una entre un millón de extraños.
Todas las murallas levantadas con dolor y sufrimiento ante mi, destruidas por unas palabras mal interpretadas. Quemadas en ceniza. Destruidas para volver a nacer, mas fuertes, experimentadas.
Pero eso no es suficiente por lo que estar triste. Son varias razones, acumuladas en una bomba que en un momento se toca, y explota. Y no se la puede parar.
Y por eso lloro y las nubes lloran hoy conmigo. Porque la vida no tiene sentido y ni siquiera el sentido lo tiene. No se lo que espero. No se lo que soy. Y menos lo que seré.
Me asusta el cambio, el futuro. Malas rachas, buenas, malas. "¿por qué te da miedo ser feliz?" "porque después de todo lo bueno, viene algo malo"
Y todos y más sentimientos afloraron sin poder parar, resistir. Solo los vomité con lagrimas saladas que sabían a dolor y furia amarga. Y las volví a vomitar porque todo era injusto y despreciable, y así otra vez.
Hasta quedarme simplemente vacía, para después volver a empezar.

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